El Obispado de Orihuela-Alicante, a través de la Comisión de Obras, ha llevado a cabo el encargo y coordinación del proyecto arquitectónico que permitirá rehabilitar la Sacristía y la Capilla de la Comunión de la iglesia parroquial Santas Justas y Rufina. La intervención tiene por objeto acometer dos actuaciones necesarias en el templo, que permitan la conservación y mantenimiento de este patrimonio oriolano tan emblemático, declarado Bien de Interés Cultural (BIC). El plazo de ejecución de las obras está estimado en seis meses desde su inicio y supondrá una inversión aproximada de 800.000 euros, que aportarán principalmente instituciones públicas, entre ellas el Ayuntamiento de Orihuela y la Conselleria de Cultura, así como la propia parroquia y el Obispado.
En el caso de la Sacristía, la actuación se produce a consecuencia del colapso que sufrió parte de la cubierta a mediados de año, a causa de filtraciones. El proyecto incluye la demolición de la bóveda actual mediante medios manuales, así como el saneado, limpieza y demoliciones parciales de materiales sueltos o con riesgo de caída. Unos trabajos que se realizarán bajo supervisión arqueológica. Además, se acometerá el sellado de las grietas existentes en las bóvedas y arcos, el refuerzo estructural de las mismas, así como labores de impermeabilización y aislamiento, reposición de la cubierta y la colocación de un acabado de teja cerámica curva.
Es preciso recordar que, el pasado mes de junio, en esta parte de la parroquia se llevaron a cabo trabajos de apeo con carácter de urgencia para garantizar la estabilidad provisional de la cubierta, tras derrumbarse parte de ella a causa de las filtraciones de agua. En concreto, se instaló una plataforma elevada para afianzarla y proteger los bienes muebles existentes en la Sacristía. Esta intervención se completó con una sobrecubierta ligera que ha evitado, desde entonces, la entrada de agua de lluvia.
La construcción de la cubierta que ahora se reemplazará por una nueva data del año 1745, cuando el arquitecto Jaime Bort y Meliá diseñó esta Sacristía perpendicular a la nave principal, de planta cuadrada y diáfana con bóveda adintelada, si bien la construcción original de la nave se fecha en el año 1348. Aunque el incidente del pasado mes de mayo en la Sacristía se produjo por la confluencia de varios factores, los informes técnicos apuntaron como una de las principales causas las distintas intervenciones en la cubierta a lo largo de su vida útil, consistentes, en la mayoría de ocasiones, en la superposición de capas que le dotaron de un peso importante.
Restauración del Retablo
También la Capilla de la Comunión sufre una importante degradación debido a continuos procesos de filtración de agua de lluvia, aunque los problemas más importantes están relacionados con la existencia de grietas en los muros, pechinas y en la propia bóveda, según se detalla en el proyecto técnico. Este fue uno de los espacios que quedó pendiente de rehabilitar tras las obras de mejora que se realizaron en el templo con motivo de la exposición de ‘La luz de las imágenes’. En este caso, como en la Sacristía, en su día se procedió a colocar un sistema de andamiaje-apeo para toda la bóveda, con el fin de garantizar su estabilidad actual y favorecer los trabajos de recuperación de la cubierta.
El nuevo proyecto contempla la demolición de la capa de cubrición formada por varios tipos de teja, colocación de un tejado de teja curva, acorde con el conjunto y con la finalidad de recuperar la bóveda como un elemento reconocible, además del sellado de las grietas y trabajos de recuperación de los revestimientos interiores, incluso de los motivos ornamentales y pictóricos propios de las superficies que definen ese espacio.
En esta actuación está programada que el Retablo del frente principal se restaure por parte de un profesional especializado, previo estudio y propuesta de intervención supervisada y aprobada por la Conselleria de Cultura. Asimismo el documento incluye la rehabilitación de los trasteros anexos a la Capilla de la Comunión, con el fin de sustituir las actuales cubiertas, muy deterioradas, por una nueva, similar a la que se instalará en la Sacristía, pero en este caso quedará vista, formando el techo de este espacio.
Intervenciones arquitectónicas
La iglesia Santas Justa y Rufina ha sido objeto de varias intervenciones arquitectónicas relevantes en las últimas décadas. Entre los años 1999 y 2013, la Fundación de la Comunidad Valenciana La Luz de las Imágenes tuvo como objetivo la recuperación, la intervención y la difusión del patrimonio histórico-artístico valenciano.
Tal y como recuerda el presidente de la Comisión de Bienes del Obispado, José Antonio Martínez García, en el marco de este proyecto se desarrollaron campañas restauradoras de bienes muebles e inmuebles y entre ellos se incluyó la restauración de la iglesia oriolana. La actuación contó con una subvención de la Generalitat de 574.325 euros y estuvo precedida de otras obras anteriores, también de importancia.
Según detalla el responsable, la intervención tuvo dos partes diferenciadas en las que se persiguió resolver el estado de la cubierta existente, fuertemente deteriorada y con hundimientos parciales, recurriendo a su sustitución total. Unas obras que supusieron “nuevas soluciones a los encuentros nunca bien resueltos de los diferentes volúmenes que componen el conjunto, así como la adecuación del interior del templo, resolviendo las humedades existentes y dotándolo de las instalaciones necesarias”.
Concretamente, se actuó en la capilla de San José, recalzando la cimentación mediante la técnica de micropilotaje. Se efectuó la consolidación de la cúpula, impermeabilización de la cubierta plana y desecación de los muros interiores por aireación natural, así como limpieza y rejuntado de los sillares de piedra, restauración de zócalo de madera pintado, nueva instalación de electricidad y alumbrado y reposición parcial del pavimento. Se dotó a la sacristía y antesacristía de una nueva instalación de electricidad y alumbrado, así como se realizaron trabajos de limpieza y rejuntados en elementos interiores de la nave principal.
La importante inversión llevada a cabo, no alcanzó a completar las necesidades del inmueble, quedando pendiente de ejecución entonces la Capilla de la Comunión.
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