El obispo de la Diócesis de Orihuela-Alicante, monseñor Jesús Murgui, y la «Comisión diocesana para la protección de menores y adultos vulnerables» han diseñado un plan integral articulado para la prevención e intervención del abuso que se iniciará el próximo curso 2020-2021.
El planteamiento inicial parte de que la Iglesia no puede actuar solo cuando hay un caso de abuso sexual, sino que de una forma proactiva debe tomar todas las medidas operativas y espirituales para proteger a las personas y prevenir cualquier forma de abuso de conciencia, poder o sexual, evitando el encubrimiento. Por eso, este plan integral desea ser una herramienta para la renovación de la vida eclesial diocesana: revitalizando la identidad cristiana personal y de las comunidades, y favoreciendo una vivencia equilibrada de relaciones maduras desde el Evangelio.
Si bien el plan está dirigido al ámbito eclesial, quiere también incidir y servir de ayuda a la sociedad ante la grave plaga del abuso.
Este plan abarcará a todos los sectores de la Diócesis: clero, seminaristas, familias, agentes pastorales, colegios, parroquias, vida consagrada, asociaciones… y se basa en dos fundamentos: la prevención y la intervención, para generar «una cultura capaz de evitar que estas situaciones no solo no se repitan, sino que no encuentren espacios para ser encubiertas y perpetuarse» (Francisco, Carta al Pueblo de Dios, agosto de 2018).
Para el curso 2020-2021, se ha previsto iniciar:
- Campañas de sensibilización sobre la gravedad de los abusos y la dolorosa experiencia de las víctimas, para potenciar una cultura de relaciones libres, maduras y sanas.
- Itinerarios de formación, con la colaboración y asesoramiento del «Centro para la protección de menores» de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. Estas experiencias formativas tendrán diversas modalidades: a) curso básico o inicial, por el que progresivamente pasarán el clero, agentes pastorales y educativos, etc.; b) cursos especializados (formadores del Seminario, pastoral juvenil, etc.); c) conferencias y talleres de sensibilización e información; y d) recursos educativos para la infancia y adolescentes.
- Implantación de un Sistema de entorno seguro en todos los ámbitos pastorales y entidades de la Diócesis, que sea eficaz para detectar el abuso, favorecer la denuncia y promover la protección y prevención de abusos.
- Difusión y puesta en marcha de la asociación PREVYAC para prevenir y actuar ante cualquier abuso, sobre todo, como ayuda y asistencia a las víctimas.
Este plan integral quiere ser una ayuda a la Diócesis para renovar la llamada a vivir en santidad, porque «el resultado mejor y la resolución más eficaz que podamos dar a las víctimas, al Pueblo de la santa Madre Iglesia y al mundo entero, es el compromiso por una conversión personal y colectiva, y la humildad de aprender, escuchar, asistir y proteger a los más vulnerables» (Papa Francisco, Discurso, 24 de febrero de 2019).
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