LA DIÓCESIS SE SUMA A LA CONVOCATORIA DE AYUNO Y ORACIÓN DEL PAPA FRANCISCO POR LA PAZ EN SIRIA
 
El Obispo Jesús Murgui pide realizar oraciones especiales, vigilias y otros actos litúrgicos durante todo el fin de semana
 
“Hermanos y hermanas, he decidido convocar para toda la Iglesia el próximo 7 de septiembre, víspera de la fiesta de la Natividad de María, Reina de la Paz, una jornada de ayuno y de oración por la paz en Siria, en Oriente Medio, y en el mundo entero, y también invito a unirse a esta iniciativa, según el modo que considerarán más oportuno, a los hermanos cristianos no católicos, a los pertenecientes a las demás religiones y a los hombres de buena voluntad”. Con estas palabras el papa Francisco ha pedido llevar a cabo una jornada de ayuno y oración por la paz en Siria.
 
Siguiendo esta indicación el obispo de la Diócesis de Orihuela-Alicante, Monseñor Jesús Murgui, ha pedido que en todas las Eucaristías del próximo domingo, día 8 de septiembre, se realicen oraciones especiales por la paz en Siria. En este día, especialmente festivo en muchos lugares de la Diócesis, se invita a todos los fieles a invocar a Santa María, reina de la paz, para que se alcance la paz en Siria y en todo Oriente Medio.
 
Al mismo tiempo, se recomienda a las parroquias y comunidades cristianas que se unan en oración, programando vigilias y otros actos litúrgicos especiales en la tarde del viernes 7 de septiembre.
 
D. Jesús Murgui invita también a unirse a los cristianos de todo el mundo, el día 7, realizando un ayuno especial para que, en palabras del papa Francisco, “el grito de la paz se eleve alto para que llegue al corazón de todos y todos dejen las armas y se dejen guiar por el anhelo de paz”.
 
Por su parte, el Obispo de Orihuela-Alicante orará especialmente por esta intención el domingo, 8 de septiembre, en la Eucaristía que presidirá en la Catedral de Orihuela con ocasión de la festividad de Nuestra Señora de Monserrate, patrona de la ciudad.
 
De este modo la Diócesis se suma a la convocatoria del papa Francisco pidiéndole a la Virgen María, según sus propias palabras, “que nos ayude a responder a la violencia, al conflicto y a la guerra, con la fuerza del diálogo, de la reconciliación y del amor”.