Manos Unidas ha publicado la Memoria Institucional de 2017 en la que rinde cuentas del trabajo realizado en el ámbito de la cooperación al desarrollo y la sensibilización, en un año en el que la ONGD de la Iglesia católica en España recaudó 48.652.692 €, un 2,2 % más que el ejercicio anterior.

A nivel local, en la Diócesis de Orihuela-Alicante, la delegación de Manos Unidas ha recaudado para la ayuda internacional contra el hambre un total de 890.593 €, un 2,90 % más que en 2016. Más del 82% de esos ingresos proceden del ámbito privado ya sea de los socios domiciliados de Manos Unidas en la Diócesis, como de colaboraciones y donaciones y de las actividades organizadas durante todo el año como conciertos solidarios, mercadillos y otras iniciativas similares. Mientras que los gastos fueron tan solo de 59.410 € ya que la gran parte del trabajo es voluntario.

Manos Unidas aprobó el pasado año 570 nuevos proyectos por un valor de 38.524.002 € que, sumados a los iniciados en años anteriores, resultaron en un total de 894 proyectos en ejecución en 59 países de África, Asia y América, con los que se apoyó directamente a 1.682.397 personas y a más de 6 millones de forma indirecta.

El sector más apoyado en 2017 continuó siendo el educativo con 199 proyectos, seguido del agrícola (114), sanitario (110), social (79) y promoción de la mujer (68). Además de la apuesta por la educación como base del desarrollo y por la agricultura sostenible como forma de defender el derecho a la alimentación de las comunidades, la presidenta nacional de Manos Unidas, Clara Pardo, subraya «el incremento de las iniciativas destinadas a apoyar y acompañar a la población refugiada en países del Sur, como en el caso de Uganda, que acoge a más de un millón de sursudaneses, o Jordania y Líbano, donde nuestros socios locales están atendiendo a refugiados sirios y a población local muy vulnerable».

 

Resultados visibles

La ONGD trabaja con más de 400 organizaciones locales en el Sur y en la Memoria se destacan, como muestra de algunos de los resultados obtenidos, «el empoderamiento de jóvenes y mujeres en Paraguay y Sierra Leona para generar recursos y mejorar sus condiciones de vida; el acceso a una educación de calidad para niñas en diversas regiones de la India; la puesta en marcha de servicios sanitarios para la población más aislada en Oriente Medio, Benín y República Democrática del Congo, y el fortalecimiento de la cultura de paz en Filipinas y Marruecos».

Al trabajo de cooperación al desarrollo se sumaron las intervenciones de emergencia realizadas a petición de los socios locales de Manos Unidas y que dieron respuesta a situaciones poco reflejadas en los medios de comunicación pero de extrema gravedad. Fueron un total de 34 proyectos por valor de 1.981.976 €, que apoyaron a más de 185.000 personas afectadas por catástrofes y crisis humanitarias en países como Sudán del Sur, Kenia, Uganda, Filipinas, India, Haití y Perú, entre otros.

Distribución de gastos y origen de los fondos

A nivel financiero, Manos Unidas recaudó un total de 48.652.692 €, procedentes en un 87,3 % de fuentes privadas y en un 12,7 % del sector público. Las aportaciones de los 76.081 socios y colaboradores constituyeron la mayor fuente de ingresos de la Organización (39,6 %). El Secretario General de Manos Unidas, Ricardo Loy, destaca el aumento de las aportaciones de los socios domiciliados como unas de las razones por las que la recaudación fue mayor que en 2016, «algo que queremos agradecer especialmente porque esta colaboración es, junto a la colecta anual en parroquias, la que supone el grueso de los fondos que nos permiten continuar con nuestra labor», afirma.

En cuanto a los gastos, el 90,1 % se destinó a los fines de la Organización (44.089.387 €) ―un 85,2 % a proyectos de desarrollo y un 4,9 % a sensibilización―, frente al 9,9 % que se dedicó a necesidades propias de administración, estructura y promoción.

Sensibilización y educación para el desarrollo en España

En sus 72 Delegaciones diocesanas y las oficinas de los Servicios Centrales en Madrid, Manos Unidas contaba, al cierre de 2017, con 5.160 voluntarios y 140 trabajadores contratados.

En materia de sensibilización y educación para el desarrollo, destacaron iniciativas propias como la campaña «El mundo no necesita más comida. Necesita más gente comprometida», en la que se llamaba al compromiso personal y social para transformar hábitos como el desperdicio alimentario y un modelo económico que «prima el beneficio frente a las personas» y que impiden que el alimento llegue a todo el mundo; así como actividades que la Organización realiza anualmente como los Premios Manos Unidas, la V edición de las 24 horas de Manos Unidas y la VIII edición del Festival de Clipmetrajes.

De igual modo, la Memoria hace referencia a las actividades de sensibilización que, a lo largo del año, llevan a cabo las 72 Delegaciones de Manos Unidas y las campañas en red «Cambiemos por el planeta-Cuidemos a las personas» y «Si cuidas el planeta, combates la pobreza», en las que Manos Unidas participa como miembro de las alianzas CIDSE y Enlázate por la Justicia, respectivamente.

En el marco del cambio de valores y modos de vida al que apela Manos Unidas, la presidenta Clara Pardo hace un llamamiento, en el saludo con que se inicia la publicación, a apoyar a «aquellos a quienes el papa Francisco calificó de “sobrantes” en una sociedad en la que priman el individualismo y la falta de solidaridad» y señala la necesidad de un «compromiso con la defensa del derecho a la alimentación y de unas relaciones de producción y consumo justas».