La Delegación Diocesana de Acción Social y Caritativa vuelve a proponer para la Cuaresma del año presente esta iniciativa a las parroquias y demás entidades eclesiales, que puedan considerarla pastoralmente útil.
La campaña cuaresmal Limosna Penitencial de 2019 vamos a desarrollarla a lo largo de la Cuaresma para ayudar a un proyecto social concreto. Desde la Delegación Diocesana de Acción Social y Caritativa proponemos que el proyecto sea la “Vivienda de Respiro” del Secretariado Diocesano de Migraciones.
La clave de la campaña es educar y practicar una “limosna penitencial” organizada comunitariamente como un gesto de generosidad y de conversión que nace del encuentro con el Señor en la oración, y nos conduce a un nuevo encuentro con el Señor en el hermano que nos necesita.
Se trata, por tanto, de recuperar el sentido integral de la “limosna” y de la “penitencia”. La limosna debe ser un signo real y consciente de conversión y la penitencia tiene que ser un esfuerzo que repercute positivamente en el prójimo que amamos y a quien queremos hacer bien.
Que nuestra limosna
– Sea un gesto auténtico y consciente.
– Implique renuncia o sacrificio: algo que nos cueste.
– Dé el fruto de un encuentro con el Señor presente en el hermano a quien ayudamos.
– Busque el bien o la ayuda de una persona o de un colectivo.
– No sea una coartada para tranquilizar nuestra mala conciencia o nuestra mala imagen.
– Sea, por tanto, coherente con una práctica de honradez, de generosidad, de solidaridad, de inquietud y compromiso por una sociedad más justa y fraternal, y fomente esta inquietud y este compromiso como el horizonte propio de ayuda al pobre: de la limosna al compromiso social y la caridad política.
Que nuestra penitencia
– No nos encierre en nosotros mismos, en un autoperfeccionamiento que simplemente alimenta nuestra autoestima y hasta nuestro orgullo, o nuestra imagen ante los demás.
– Nos abra a la relación, a la entrega, al servicio y la solidaridad con nuestro hermano: renuncio para ayudar, me disciplino para estar más disponible de cara al hermano (individual o colectivo) que me necesita.
¿CÓMO HACERLO?
- Nos enteramos bien de la campaña y de cómo llevarla a cabo.
- Conocemos el proyecto social al que vamos a ayudar.
- Decidimos a qué vamos a renunciar, y calculamos el ahorro que vamos haciendo.
- Vamos guardando el dinero ahorrado por nuestra renuncia, por nuestra penitencia “generosa y solidaria”.
- Hacemos la aportación en el sobre de la LIMOSNA PENITENCIAL que puedo solicitar en el Obispado o en mi parroquia
HACER LA CAMPAÑA EN FAMILIA
Se trata de una bonita posibilidad, porque hacemos iglesia doméstica y los padres transmiten la fe a sus hijos de una forma práctica. En caso de decidir hacerlo de esta manera, podemos proceder así:
- Lo hablamos en casa.
- Seguimos los pasos del apartado anterior «Cómo hacerlo».
- Llevamos a cabo la aportación «de la familia», pero con el añadido de marcar o hacer un círculo alrededor de la palabra «Familiar» que está bajo, en la parte izquierda del sobre.
FOLLETO CON TODA LA INFORMACIÓN:
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