El papa Francisco ha hecho un llamamiento para que no se abandone al Líbano, tras la explosión de hace un mes y ha invitado a vivir un día universal de oración y ayuno el viernes 4 de septiembre. Además, ha anunciado que enviará en su nombre al país, al secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin.
Tras la audiencia general, la primera con fieles tras seis meses debido a la pandemia, Francisco ha llamado a su lado al sacerdote maronita libanés, Georges Breidy, y con la bandera del Líbano ha advertido del “extremo peligro que amenaza la propia existencia del país”.
El pontífice ha destacado como el Líbano “ha sido un país de esperanza” y que “los libaneses siempre han mantenido su fe en Dios y han demostrado la capacidad de hacer de su tierra un lugar de tolerancia, respeto, convivencia” que es único en la región “.
El Santo Padre ha animado al pueblo libanés “a perseverar en la esperanza y encontrar la energía para reiniciar”, pidiendo “a los políticos y líderes religiosos que vean por el bien común y se comprometan con sinceridad y transparencia en el trabajo de reconstrucción” y ha instado a la comunidad internacional a apoyar al país.
También ha dirigido su pensamiento a los afectados: “¡Ánimo, hermanos! Fe y oración, sean su fuerza. No abandones tus hogares y tu herencia, no dejes caer los sueños de quienes han creído en el futuro de un país hermoso y próspero”, ha señalado.
El Papa ha recordado a los religiosos de la Iglesia local y les pidió que estén cerca de su pueblo “siendo el primer ejemplo de pobreza y humildad”.
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