En el II Domingo de Pascua, el próximo 16 de abril, celebraremos la Fiesta de la Divina Misericordia, la cual fue instituida por San Juan Pablo II canonizando a Santa Faustina Kowalska en el año 2000, impulsando así este gran mensaje lleno de esperanza para el mundo del tercer milenio.
Benedicto XVI continuó difundiendo el mensaje llegando a afirmar: «La Misericordia es el núcleo central del mensaje evangélico, es el nombre del mismo Dios, el rostro con el que se reveló en la Antigua Alianza y plenamente en Jesucristo, encarnación del Amor creador y redentor. Este Amor de Misericordia ilumina también el rostro de la Iglesia y se manifiesta mediante los sacramentos, especialmente el de la Reconciliación, y mediante las obras de caridad».
El Papa Francisco añade que «el Señor Jesús se manifestó a Santa Faustina Kowalska, confiándole un mensaje especial de la Divina Misericordia. A través de San Juan Pablo II, ese mensaje ha llegado a todo el mundo, y no es otro que el Evangelio de Jesucristo, muerto y resucitado, que nos da la misericordia del Padre».
La Iglesia concede indulgencia plenaria, bajo las condiciones habituales (Confesión sacramental, Comunión Eucarística y oración por las intenciones del Papa), al fiel que, durante el II Domingo de Pascua, con el ánimo totalmente desprendido de todo afecto a cualquier pecado, incluso venial, participe en prácticas de piedad celebradas en honor de la Divina Misericordia.
Desde el Movimiento Apostólico de la Divina Misericordia en nuestra Diócesis, invitamos a todos los que quieran participar ese día en la S. I. Concatedral de San Nicolás, a unirse a la Hora Santa que comenzará a las 17:00 h con el rezo de la Coronilla y consagración a la Divina Misericordia ante el Santísimo, continuando con la celebración de la Eucaristía que presidirá nuestro Obispo, Mons. José Ignacio Munilla, a las 18:00 h.
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