El salón de actos del Obispado acogió el jueves, 1 de octubre, el acto de apertura de curso de la curia diocesana. Este año, debido a la situación especial que estamos viviendo a causa de la pandemia del coronavirus, no se celebraron la salida ni el almuerzo compartido habitual, pero fue un encuentro entrañable en el que el obispo de la diócesis, D. Jesús Murgui, animó a todos los trabajadores de los servicios diocesanos a tener esperanza y manifestarla a los demás.
El acto comenzó a las 12 h. y congregó a más de una veintena de trabajadores de la curia. Monseñor Murgui recordó las palabras pronunciadas por el papa Francisco en la Plaza de San Pedro el pasado día 27 de marzo en la Bendición extraordinaria Urbi et Orbi. En su intervención, aludió a los momentos de angustia y desesperación que vivieron los apóstoles embarcados durante la tormenta. En el momento de la prueba los apóstoles eran incapaces de reconocer el poder de Cristo, que los acompañaba, y que termina por calmar la tempestad con solo dos palabras. Así D. Jesús animaba a todos a confiar, a dar razón de la fe, de la esperanza, de la paz. Para finalizar terminó agradeciendo y alentando a todos a ser el rostro amable de la Iglesia para cuantos acuden a las dependencias del Obispado.
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