El 9 de abril de 2018 las tres diócesis de la Comunidad Valenciana inauguraban un Año Santo con motivo del sexto centenario de la muerte de San Vicente Ferrer, declarado por la Penitenciaría Apostólica de la Santa Sede. Daba comienzo así un intenso año que ha supuesto una oportunidad única de honrar y conocer más a uno de los santos más vivos. Y es que en la memoria y piedad popular, San Vicente Ferrer es el santo que ha dejado una huella más profunda en la historia y en la vida valenciana. Son muchos los pueblos que conservan el fuerte recuerdo de su paso, de su predicación, de sus milagros; y no pocas, las instituciones que llevan su nombre perpetuando así su legado.
Este Año Jubilar Vicentino se clausurará oficialmente el próximo lunes 29 de abril, festividad de San Vicente Ferrer, en Valencia. En la Diócesis de Orihuela-Alicante se han previsto diferentes ceremonias de cierre durante todo este fin de semana en los diversos templos jubilares esparcidos por todas las vicarías. El obispo diocesano, monseñor Jesús Murgui presidirá las organizadas en Orihuela, Alicante y San Vicente del Raspeig.
De este modo para la clausura en Orihuela se ha preparado un intenso fin de semana de ceremonias en los dos templos jubilares de dicha localidad, la Catedral y la parroquia de San Vicente Ferrer, a las que se suma la imagen peregrina de la Virgen de los Desamparados, patrona de la Comunidad Valenciana, que llega desde Valencia esta misma tarde de jueves.
Entre ellas destaca la solemne eucaristía de clausura del Año Jubilar dedicado a San Vicente Ferrer que tendrá lugar el sábado, 27 de abril, a las 19:00 h, en la Glorieta “Gabriel Miró”, presidida por monseñor Jesús Murgui.
Además de la clausura en Orihuela, el obispo diocesano presidirá el cierre en la Concatedral de San Nicolás en Alicante, el domingo 28 de abril, a las 12:00 h, y el lunes 29 de abril, a las 13:00 h, en la parroquia San Vicente Ferrer de San Vicente del Raspeig. Se pondrá fin así a doce intensos meses en los que San Vicente Ferrer ha vuelto a convertirse en fuego que conmueve el corazón de las multitudes.
Doce meses dedicados a San Vicente Ferrer
San Vicente Ferrer fue ante todo un trabajador incansable en el anuncio del Evangelio, a tiempo y a destiempo. Su figura y sus predicaciones se han podido dar a conocer en mayor profundidad durante estos doce meses con multitud de actividades y documentos que se han sucedido tanto en Segorbe-Castellón, Valencia y Orihuela-Alicante, destacando las diferentes catequesis publicadas, un congreso, jornadas, conciertos, peregrinaciones y encuentros diversos. Destacan también las diferentes visitas a los templos jubilares de las diversas localidades de la imagen peregrina de la patrona de la Comunidad Valenciana, la Virgen de los Desamparados, recibida con gran alegría y fervor.
Para la ocasión diez templos, dos por cada una de las Vicarías de la Diócesis de Orihuela-Alicante, han sido jubilares en estas tierras: la Catedral y la parroquia de San Vicente Ferrer, de Orihuela, la Concatedral de San Nicolás de Alicante, las parroquia dedicadas a San Vicente Ferrer en San Vicente del Raspeig, Elche, Perleta (Elche) y Abdet, así como las parroquias Asunción de Nuestra Señora de Xixona, San Pedro Apóstol de Novelda y San Jaime de Benidorm. Todas ellas han servido de puntos para alcanzar la indulgencia plenaria en este Jubileo Vicentino y para recuperar la figura de este dominico español, taumaturgo, predicador, lógico y filósofo, que hablaba de la conversión personal y colectiva invitando a una vida nueva, a reflexionar sobre el futuro, comenzando su construcción en el presente haciendo de la pobreza su actitud más característica con una vida austera y penitente.
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