AL CALOR DE UN NUEVO HOGAR
Casa Véritas cambia su ubicación y mejora sus instalaciones gracias a una cesión de los hermanos Paúles
Ésta es la única residencia que acoge enfermos de SIDA en toda la Comunidad Valenciana y está gestionada por Cáritas Diocesana desde al año 2000
Nicanor, Elena y Josep han ejercido de anfitriones ilusionados por los nuevos cambios y oportunidades que se abren ante ellos. Forman parte de la Casa Véritas, la única residencia para enfermos de SIDA sin recursos que existe en la Comunidad Valenciana y una de las pocas a nivel nacional. Y es que, gracias a los hermanos Paúles empiezan una nueva etapa en un nuevo hogar con nuevas y mejores instalaciones. Esto es algo que venían demandando desde hace tiempo debido al gran deterioro de la casa en la que estaban instalados hasta ahora. Esta congregación de religiosos ha cedido sus instalaciones en la ciudad de Alicante para fines sociales y tras firmar un convenio con Cáritas Diocesana ha pasado a ser el nuevo hogar de las personas que ocupan las 14 plazas de este recurso, puesto en marcha y mantenido por la Iglesia de Orihuela-Alicante desde el año 2000, junto a la conselleria de Sanidad de la Comunidad Valenciana.
“Estas nuevas instalaciones nos van a ayudar, entre otras muchas cosas, a potenciar la autonomía y la responsabilidad de todos sus internos así como a poner en marcha talleres de reestructuración cognitiva que supone una labor diaria de interactuar con ellos y desempeñar diversas actividades específicas” explica la trabajadora social y coordinadora de Véritas Rosa Prieto.
Y es que, el que ya es su nuevo hogar desde este mes de julio, ubicado en el barrio de San Agustín de Alicante, supone más espacio para talleres, mejora de las instalaciones, sala de enfermería y de rehabilitación, zona de despachos para los trabajadores y sobre todo “permite un aumento de la calidad de vida de todos y una mayor dignificación de la persona” añade Rosa.
NACIDO PARA LA ACOGIDA
Casa Véritas nació para acoger a personas portadoras del VIH que han desarrollado la enfermedad y que no tienen recursos para sobrevivir. La rehabilitación, más del 80% provienen del mundo de la droga y han adquirido patologías asociadas, la reinserción sociolaboral y el cuidado paliativo son los tres principales objetivos por los que se lucha desde Véritas.
Alrededor de 14 personas, entre la coordinadora-trabajadora social, la enfermera, el educador, los cuidadores y el personal de servicio (cocina y limpieza), dedican su día a día a hacer realidad este recurso socio-sanitario de la Diócesis Orihuela-Alicante. Aunque tienen prioridad los enfermos procedentes de la provincia en estos momentos hay residentes de otras zonas como Madrid o Valencia con una media de edad de 40 años. Las 14 plazas de las que dispone la Casa están completas pero sigue habiendo además lista de espera. En su mayoría vienen derivados de hospitales, Unidades de Conductas Adictivas (UCA) o centros sociales.
Cada uno de ellos tiene un plan de trabajo individualizado donde se tienen en cuenta elementos como el grado de enfermedad, si procede del mundo de la droga o su situación económica y familiar. Además, pueden salir de la Casa, siempre dentro de un horario, y participar de actividades comunes como alfabetización, manualidades, informática, inglés o jardinería.
ÚNICO RECURSO EN LA COMUNIDAD VALENCIANA
En la Comunidad Valenciana solo existen dos recursos destinados al cuidado, protección y reinserción social de los enfermos de SIDA; la Casa Véritas y un piso semitutelado con 4 plazas donde son enviados aquellos residentes de la Casa cuando mejoran y se considera que están preparados para enfrentarse a la enfermedad y al día a día de una forma independiente. Pero el trabajo de la Casa Véritas no termina en este momento, desde ella se continúa haciendo un seguimiento a cada uno de ellos para que mantengan adecuadamente la medicación y comiencen a reengancharse a la vida cotidiana a través de la recuperación de lazos familiares o emocionales o de la obtención de un trabajo.
Se trata en consecuencia de trabajar para que todas estas personas superen sus adiciones, toleren bien la medicación y asuman un tratamiento médico adecuado a sus necesidades, emprendan una búsqueda activa de empleo y desarrollen o recuperen vínculos sociales o afectivos perdidos o deteriorados.
LA IMPORTANCIA DEL VOLUNTARIADO
Casa Véritas cuenta a día de hoy con un valioso equipo de voluntarios que se han convertido en una parte muy importante de este proyecto. Tanto es así que en la última etapa se han incorporado a los órganos de decisión de Véritas sirviendo de gran ayuda y aportando mucho esfuerzo y un gran trabajo en beneficio de todos. También se ha conseguido crear un grupo de trabajo especializado en el acompañamiento paliativo a aquellos miembros de Véritas que se encuentren en los últimos días de su vida convirtiéndose en el único recurso de este tipo que lo ofrece. “Para nosotros era algo muy importante ya que se trata de dignificar la vida de estas personas que en la mayoría de ocasiones se enfrentan al final de sus días solos y sin familia que les acompañe” explica la coordinadora Rosa Prieto.
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