La ciudad de Orihuela ha rendido homenaje hoy al que fuera obispo de la Diócesis de Orihuela-Alicante de 1996 a 2005, monseñor Victorio Oliver, hoy obispo emérito de estas tierras. Se ha inaugurado un busto en bronce dedicado a su figura, obra del imaginero Ramón Cuenca, que ha sido instalado en el centro de la ciudad, en la Plaza de las Salesas.
En el acto se ha contado con la presencia del propio homenajeado, que ha estado acompañado por el actual obispo diocesano, monseñor Jesús Murgui, y el también obispo emérito de Orihuela-Alicante, D. Rafael Palmero. Así como por un buen grupo de sacerdotes, familiares, amigos y del propio artista escultor. Junto al alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana, y otros miembros de la corporación municipal, se ha procedido a la inauguración del busto.
Monseñor Victorio Oliver se ha mostrado muy agradecido por este gesto. “Gracias a todo el pueblo de Orihuela por vuestra generosidad ilimitada y por vuestra amplia comprensión y afecto. Que este sea un lugar de paz” ha señalado en su intervención. “Me quedo con vosotros en este pueblo que me acogió con tanto calor y el busto queda en mi corazón” ha añadido.
Por su parte el obispo diocesano de Orihuela-Alicante, monseñor Jesús Murgui, ha destacado la generosidad y capacidad de entrega que D. Victorio ha ejercido en su episcopado. “Su talante cercano, su siempre gesto amable y su prudencia siguen haciendo de él un ministro de Dios ejemplar, lo que hace justo y necesario este homenaje” ha afirmado. D. Jesús ha tenido también palabras de agradecimiento al ayuntamiento de Orihuela por “este reconocimiento de Orihuela hacia D. Victorio y hacia la Diócesis”.
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