Varios acontecimientos han marcado la vida eclesial y diocesana en estas tierras de Orihuela-Alicante en el año 2018. Al hilo de dos palabras, ENCUENTRO Y CONVERSIÓN, ejes centrales de nuestro Plan Diocesano de Pastoral para el curso 2017-2018, hemos tratado de abrir más si cabe nuestra mente al misterio de Cristo en el camino hacia la Iglesia abierta y misionera que nuestra humanidad necesita.

Y ello en todas y cada una de las realidades y facetas de esta Diócesis e inspirados por un santo clave para nuestra tradición y cultura valenciana: San Vicente Ferrer. Y es que si algo ha marcado la vida diocesana en este año 2018 ha sido el Año Santo Jubilar Vicentino que ha unido y hermanado a las tres diócesis de la Comunidad Valenciana con motivo del sexto centenario de la muerte de este santo tan querido. Un Jubileo cuya gracia tan particular seguiremos viviendo hasta abril de 2019 siendo una ocasión privilegiada para redescubrir la figura de San Vicente Ferrer cuya intercesión seguirá siendo un estímulo seguro para la evangelización y la comunión eclesial.

Otro bello Jubileo se ha iniciado al final de 2018 pero va a acompañarnos durante gran parte de 2019. Se trata del Año Jubilar de la Santa Faz que el papa Francisco nos ha concedido al coincidir el día 17 de marzo -aniversario del milagro de la lágrima en la Santa Faz- con domingo. Será un tiempo propicio para manifestar al mundo que la misericordia de Dios es eterna; no termina, no se agota, no se rinde ante la adversidad, es para siempre.

Por otra parte, la EDUCACIÓN sigue siendo prioridad un año más. Es por ello que estamos preparando un importante Congreso Diocesano de Educación enmarcado dentro de otra efemérides de gran calado recientemente presentada: el 450 aniversario de la bula de erección de la Universidad Pontificia de Orihuela, origen del actual colegio Santo Domingo. Este pretende ser un gran evento congresual especialmente dirigido al ámbito educativo y centrado en abordar los fundamentos permanentes de la educación, en sus desafíos en el momento actual y en la respuesta necesaria que se ha de ofrecer para una transformación humanista, moral y global de la sociedad. Y todo ello bajo el sugerente lema “En el camino de una alianza: Ciencia y Fe¨.

Hemos culminado pues un 2018 que nos ha abierto la puerta y la continuidad a un 2019 ilusionante con grandes cosas que celebrar y vivir. Pero también a un tiempo nuevo con la mirada puesta en el ENCUENTRO Y LA COMUNIÓN, conceptos claves del actual Plan Diocesano de Pastoral para este curso. Sin duda, un paso más en nuestro encuentro con Cristo, en nuestra capacidad de crear comunión, tan importante y necesaria en unos tiempos que reclaman no     aislarse y sumar fuerzas con una línea de trabajo integradora y al servicio de la evangelización.

El tránsito al año nuevo 2019, lo vivimos en plenas fiestas de Navidad. En los días que los cristianos dejamos que se llenen de alegría nuestras personas y comunidades al contemplar el acontecimiento decisivo que manifiesta de forma única la bondad y misericordia de Dios: su nacimiento de María en Belén de Judá. Dios ha venido y viene a nuestra historia, se hace uno de nosotros para salvar a nuestra Humanidad.

Celebremos y acojamos su venida. Que la Buena Noticia de la encarnación de su amor, llene de certezas y de esperanzas a toda nuestra Iglesia diocesana y a los hombres y mujeres de buena voluntad.

Feliz Navidad a todos; agradeciendo a Dios el año que termina y deseando un 2019 lleno de sus bendiciones.

 

 Jesús Murgui Soriano

Obispo de Orihuela-Alicante