EL OBISPO JESÚS MURGUI PIDE A SUS SACERDOTES SERVIR Y DAR LA VIDA POR EL PUEBLO DE ORIHUELA-ALICANTE
La Concatedral de San Nicolás ha congregado esta mañana a los presbíteros de la Diócesis con motivo de la tradicional Misa Crismal en la que anualmente renuevan sus promesas
Como cada Lunes Santo se han bendecido los óleos de los catecúmenos y los enfermos y se ha consagrado el Santo Crisma
Esta mañana se ha celebrado en la Concatedral de San Nicolás de Alicante la Misa Crismal, una ceremonia presidida por el Obispo Diocesano, Don Jesús Murgui, en la que ha estado acompañado por el Obispo Emérito, MonseñorRafael Palmero. En ella se reúnen cada Lunes Santo por la mañana todos los sacerdotes de la Diócesis de Orihuela-Alicante para renovar sus promesas sacerdotales. También se han dado cita los diáconos y los seminaristas así como gran cantidad de laicos que han dotado de gran tradición y participación a esta celebración religiosa. Este año han asistido además, por cuarto año consecutivo, un centenar de escolares del Colegio Oratorio Festivo de Novelda. También se han sumado un grupo de alumnos del Colegio San José de Carolinas de Alicante.
Precisamente hacia los numerosos sacerdotes que se han congregado en La Concatedral para renovar sus promesas ha dedicado la mayor parte de sus palabras Monseñor Murgui pidiéndoles que “sirvan y den la vida por el pueblo de Dios que peregrina en estas nobles tierras de Orihuela-Alicante”.
“Debemos reanudar nuestra fe en esa fuerza de Dios que habita en nosotros” ha añadido el Obispo Diocesano.
También ha dedicado unas palabras a Benedicto XVI y al Papa Francisco dando las gracias por el “regalo de los últimos acontecimientos eclesiales que debemos agradecer como impagable ayuda a nuestra fe: el final de Benedicto XVI y el principio del Papa Francisco”.
Sobre Benedicto XVI ha valorado que “ha hecho público que Cristo es quien guía y sostiene la Iglesia”. Y del Papa Francisco que “no ha huido de la Cruz y se ha abrazado a ella en señal de puro servicio, sencillez y preocupación por los más pobres y por la paz”.
Por otro lado esta Misa adquiere un carácter muy especial ya que en ella el Sr Obispo consagra el Santo Crisma y bendice los óleos de los catecúmenos y de los enfermos. Dichos óleos han sido llevados en procesión solemne hasta el altar en tres ánforas para ser bendecidas después por Monseñor Jesús Murgui. Previamente todos los presbíteros congregados han renovado sus promesas sacerdotales reafirmando así su compromiso con Cristo y la Iglesia Universal.
La palabra crisma proviene de latín: chrisma, que significa unción. Así se llama al aceite y bálsamo mezclados que el Obispo consagra para ungir a los nuevos bautizados y signar a los confirmados. Con él también son ungidos los Obispos y los sacerdotes en el día de su ordenación sacramental.
Deje su comentario