El 18 de octubre es el Día Europeo contra la Trata de personas. En España y concretamente en Alicante no podemos afirmar que no haya explotación sexual. Despertemos, la Trata de seres humanos sí existe en nuestras calles. Cada año dos millones y medio de personas son víctimas de Trata de personas muchas de las cuales son víctimas de Trata con fines de explotación sexual. Siendo España uno de los principales destinos europeos en los que se explota sexualmente a mujeres, niñas y niños víctimas de la Trata.
Se entiende por Trata de personas: “la captación, el trasporte, traslado, acogida o recepción de personas; recurriendo a la amenaza, al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, fraude, engaño, abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad, o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación”. Pudiendo ser para diferentes fines: sexuales, laborales, delictivos o mendicidad entre otros.
Las situaciones de extrema pobreza, vulnerabilidad y riesgo de exclusión social en el país de origen dan a las personas que se benefician de esta lacra, la oportunidad de captación; la situación de invisibilidad y precariedad de las víctimas en el país receptor facilitan la explotación y la dificultad de ayuda a dichas mujeres.
Las agresiones físicas, violaciones y amenazas de represalias contra sus familiares son métodos que garantizan su silencio y sumisión. Según la Red Española contra la Trata, a pesar de las dificultades para llegar a ellas, hay datos que avalan que el delito se produce en todo el territorio español para explotación en clubes como en calles o pisos.
Esta realidad en la mayoría de ocasiones invisible en nuestras calles, supone una gravísima vulneración de los Derechos Humanos al atentar contra la libertad, la integridad, la salud, la vida, la seguridad y la dignidad de las personas. La Trata con fines de explotación sexual supone deshumanizar a las personas y convertirlas en meras mercancía. Además esta situación tiene un claro componente de género, al ser la mayoría de las víctimas mujeres, generalmente de origen extranjero.
Esta sangrante realidad se sirve en muchas ocasiones del tráfico de personas. Es hora que la sociedad alicantina nos comprometamos ante la lucha contra esta forma de esclavitud en pleno siglo XXI. El papa Francisco mantiene una actitud de denuncia constante ante esta realidad. Sus palabras son: “El tráfico de seres humanos es una llaga en el cuerpo de la humanidad contemporánea, una llaga en la carne de Cristo. Es un delito contra la Humanidad”. Así lo afirma también la Iglesia en Alicante desde el grupo eclesial contra la Trata conformado por Oblatas, Cáritas, el Secretariado Diocesano de Migraciones (ASTI-Alicante) y Adoratrices. Miembros al mismo tiempo de la Mesa Alicante Trata 0. Como también suma su voz la Red Migrantes con Derechos, conformada por: CONFER, Hospitalidad.es, Comunidades Cristianas Populares, HOAC, Vita et Pax, Proyecto Cultura y Solidaridad, Intered…
Creo que colgar este manifiesto en la puerta de cada parroquia y mandarlo a los periódicos es algo necesario. Reconozcámoslo: la web tiene poca «audiencia» y hace falta que todo Alicante sepa que desde la Diócesis se actúa en este tema.