Este pasado domingo 18 de abril se ha celebrado la Jornada del Misionero Diocesano que en esta ocasión ha tenido por lema “Con San José, disponibles para la misión”. Así se recuerda de un modo especial a los misioneros y misioneras que han nacido en esta tierra y que se encuentran en la actualidad esparcidos por el mundo prestando servicio a las comunidades más necesitadas. También se pretende fundamentalmente dar a conocer el trabajo que están llevando en las zonas más necesitadas del mundo. Y más durante estos tiempos de pandemia mundial que repercute en mayor medida en las zonas más desfavorecidas y con sistemas sanitarios deficientes o inexistentes.

“A pesar de que en España también estamos pasando por momentos de crisis económica, nuestros hermanos en la misión están pasando momentos muy delicados y de mucha incertidumbre. En 2020, por el confinamiento tan estricto, apenas pudimos celebrar el Misionero Diocesano y para este año 2021 tenemos que arrancar la campaña con mucha fuerza y hacer una colecta que nos permita enviar ayuda a nuestros misioneros” explica Manuel Juan González Lozano, administrador de la Fundación Misión y Promoción de la Diócesis de Orihuela-Alicante.

Y es que la pandemia mundial y la gran crisis económica global derivada de ella han repercutido también en las ayudas que se han podido enviar en el último año a través de esta fundación diocesana. Ayudas que, pese a ser menores que en otras ocasiones, unos 60.000 euros, han servido para poner en marcha y mantener proyectos principalmente de promoción humana, salud, desarrollo infantil.

Entre dichas iniciativas destaca el envío de ayuda para un asilo y una posta médica en Casma (Perú), el apoyo en zonas rurales locales de Ruanda y Camerún, el refuerzo al Proyecto Educativo Paso a Paso en Honduras, un dispensario médico en Chimbote (Perú) o un programa de reciclaje de neumáticos en República Dominicana. En total casi una decena de proyectos llevados a cabo principalmente en Perú pero también en Honduras, Ruanda, Camerún y República Dominicana por misioneros y misioneras, religiosos y laicos, de la Diócesis de Orihuela-Alicante.

En este contexto y con estas iniciativas solidarias en marcha como cada año, fieles a la cita con los misioneros y misioneras de la Diócesis de Orihuela-Alicante, la Fundación Misión y Promoción se ha reunido para repartir las ayudas a los proyectos presentados. Con la peculiaridad de tener al COVID-19 presente y afectándoles directamente.

Desde el proyecto en Casma (Perú) informan al respecto que la Posta Médica Santa María Magdalena sigue con su atención, aunque con menos horario y doctores pero dando servicio a parte de la población que no tiene otro sitio donde acudir, ya que el hospital de la zona solo atiende a casos de COVID-19. “Nos supone mucho esfuerzo económico, puesto que hemos tenido que adquirir Equipos de Protección Personal para los médicos y enfermeras, resultando todo muy costoso para nuestro presupuesto” explican desde allí.

Desde Honduras también cuentan que han tenido que reforzar la ayuda en alimentación y en productos de higiene y bioseguridad cada semana, en respuesta a la pandemia. Y desde Chimbote (Perú) nuestra misionera allí nos alerta de que “el drama ahora es que un 30% de los pobres están cayendo en la extrema pobreza”.

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