Hermanos sacerdotes y diáconos:
De todos es conocido el momento de especial gravedad de la pandemia en nuestro territorio, así como las medidas que progresivamente van tomando las autoridades para hacer frente a la situación. En estos duros momentos deseo compartir con vosotros algunas realidades de las que, en buena parte, ya sois conocedores.
1º.- Nuestro querido Obispo emérito, D. Rafael, se encuentra ingresado en el Hospital General de Alicante. Roguemos al Señor por su recuperación; os pido que recemos por él en las celebraciones de nuestras comunidades.
2º.- Durante estos días recibió el alta hospitalaria D. Francisco Cases, Obispo emérito de Canarias. Hemos seguido su evolución y su estado es bueno, aunque confinado en nuestra Casa Sacerdotal. En la misma Casa un elevado número de residentes, veinticuatro, ha dado positivo, de los cuales cuatro están hospitalizados. También tenemos a varios miembros del personal sanitario y de servicios de la Casa confinados. Pidamos por ellos y por todos los enfermos de la Diócesis.
3º.- Esta situación de la Casa sacerdotal y de otros lugares de la Diócesis afecta a sacerdotes y laicos con cargos de servicio en el Obispado. Esto influye en algunas áreas de la Curia diocesana, como la Vicaría Judicial y la Administración. Mientras las tareas vuelven a la normalidad, pedid información y orientación a Vicaría General.
4º.- En el territorio diocesano, la situación de la pandemia afecta y podrá seguir afectando a sacerdotes y responsables de servicios de nuestras parroquias y comunidades. Debe ser este un momento de especial solidaridad en el ámbito arciprestal. Animo a nuestros párrocos y arciprestes a unir fuerzas y a proseguir la ayuda mutua, con la orientación y el apoyo del Vicario Episcopal propio.
5º.- Como ocurrió en los meses de confinamiento, procuremos que la gracia de Dios nos encuentre con deseos de buscar vías alternativas, si es preciso, para atender a nuestro Pueblo. Hagamos lo posible para que no le falte a nuestros fieles nuestra Misa diaria, celebrada siempre por ellos y, en lo posible, con algunos de ellos, respetando escrupulosamente, en todo momento, las medidas sanitarias prescritas, y manteniendo el templo abierto, el mayor tiempo posible, para que los fieles puedan encontrarse con el Señor, rezar, y poder recibir de nosotros la orientación precisa para los servicios de caridad y de atención a enfermos.
6º.- Resulta providencial que podamos ofreceros del día 8 al 12 de febrero los Ejercicios Espirituales previstos, aunque de forma telemática. Seguid las indicaciones para acceder a ellos que os ofrecen desde Vicaría General. Es un modo de facilitar que muchos los podamos vivir. En momentos así es importante estar preparados para lo que pida el Señor de nosotros, y para tener encendida nuestra vocación de servicio y entrega, más necesaria que nunca para el Pueblo de Dios que se nos ha confiado.
Nada más, mucho ánimo y mucha confianza en el Señor. Su gracia no nos faltará para estar a la altura de nuestro deber en estos duros momentos.
Dios os bendiga
Jesús Murgui Soriano.
Obispo de Orihuela-Alicante.
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