El secretario general de la CEE, Mons. Luis Argüello, obispo auxiliar de Valladolid, y el presidente de la Comisión Episcopal para la Educación y cultura, Mons. Alfonso Carrasco, obispo de Lugo, presentaron en rueda de prensa el Pacto Educativo Global propuesto por el papa Francisco.
Mons. Luis Argüello comenzó el encuentro con la presentación del Pacto Educativo Global que ofrece el Papa Francisco: “desde la CEE hemos recogido la llamada del Papa que ya se realizó en septiembre pasado para un encuentro que debería haber sido en mayo, pero la pandemia retrasó. Ya en septiembre el Papa planteó la necesidad de empezar un camino para fomentar una “aldea de la comunicación”.
Asimismo, subrayó los tres puntos fundamentales de este Pacto Global Educativo: “Poner la persona en el centro, tener el coraje de invertir las mejores energías con creatividad y responsabilidad, y además tener el coraje de formar personas dispuestas al servicio de la comunidad”.
El secretario general de la CEE también se refirió al contexto que se vive en España con la tramitación de una nueva ley educativa. En este sentido, ha indicado que “una nueva ley no es una ocasión propicia para el Pacto Educativo Global. Creo que en España tenemos una base importante para el Pacto Educativo con el artículo 27 de la Constitución Española.”
Finalmente, mostró su reconocimiento y alegría por la participación de tantas instancias educativas en la iniciativa del Papa, “pero al mismo tiempo pensamos que es importante ensayar este pacto entre nosotros”. Por ello, “en el deseo de seguir avanzando en este Pacto Educativo Global –afirma Mons. Argüello– hemos concretado una propuesta”.
Por su parte, el presidente de la Comisión Episcopal para la Educación y cultura, Mons. Alfonso Carrasco, obispo de Lugo, presentó la propuesta que han enviado al Gobierno, con la idea de “que todos los alumnos tengan un área, un espacio para la dimensión personal y de moralidad”.
“Hemos procurado buscar un diálogo con las autoridades educativas de cara a abrir caminos para anclar bien todo lo que significa la educación moral de la persona y su dimensión religiosa”, afirmó Mons. Carrasco.
Además, el presidente de la Comisión Episcopal para la Educación y cultura resaltó que “en el fondo la idea principal, en la que podemos concordar todos, es que en el ámbito educativo debe haber un espacio específico para el estudio de la dimensión personal que afecte a la comprensión de los valores, de la moralidad, de las creencias, al desarrollo de la persona. No tiene sentido una educación utilitarista pero que no educa a la persona.”
Para concluir, Mons. Carrasco señaló que “queremos integrar un ámbito de educación, en primaria y secundaria, relativo a todo este mundo de valores personales. Nos parece importante que siempre haya una educación de los valores morales”.
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